Olvidemos por un momento (si es posible) los Birkin, 2.55, Amazona… y hagamos un ejercicio de simplificación acerca de los bolsos.
Todos sabemos que su fin fundamental es permitirnos guardar cosas en su interior y transportarlas de la manera más cómoda posible. Además, deben tiener cierta estética, mejor o peor diseño, según el gusto y exigencias de quien lo lleve. Cuando se trata de un bolso de mano, la cuestión es sencilla: misma función, mayor diseño y menor tamaño. De este mismo proceso de síntesis, parte el diseño de los clutch de la firma MOË.
Dos rectángulos, dos compartimentos unidos por líneas rectas. 1 y 2, como el nombre de este modelo de bolso. Rígidos y con intención arquitectónica, su simplicidad permite que se adapten a cualquier estilo y horario.
Aliona Kononova, la diseñadora de MOË, ha aportado a sus bolsos la lógica aplastante y el pragmatismo tan típicos del carácter de su país, Rusia. Con sus minimalistas diseños ha querido también reflejar la dualidad de la mujer, el eterno dilema entre lo que queremos y lo que necesitamos. 1 ó 2.
Yo, lejos de dualismos femeninos, me pongo aún más práctica y veo la ventaja de tener con los compartimentos organizado el contenido del bolso e incluso, encontrar rápidamente el móvil, al recordar que lo guardamos en el número 1, por ejemplo.
Para las más originales, también existe una versión circular que puede llevarse a modo de “maxibrazalete”.
Una vez escogido el modelo, cuadrado o circular, solo nos quedará una decisión más, 1 ó 2?
Innovadores accesorios venidos desde Rusia (con amor) que quizás, con el tiempo, se acaben quedando entre nosotras.