El cuero, piel animal. Se funde con otra piel, la nuestra.Piel sobre piel. Animal y persona. Doble animal, al fin y al cabo.
Tan próximo a nuestro cuerpo nos hace sentirnos un poco más salvajes. Transmite su instinto.
Tan próximo a nuestro cuerpo nos hace sentirnos un poco más salvajes. Transmite su instinto.
Una piernas bien torneadas vestidas de cuero nos convierten en ágiles panteras. El material se adapta a nuestros movimientos con precisión. “Cat Womans” de ciudad. Libres, peligrosas… para algunos.
El cuero es hijo del rock. El rock es hijo del cuero. La historia del huevo y la gallina y qué fue primero.
De una manera u otra el cuero forma parte de su historia, de sus “estrellas”.
La chupa de cuero, chalecos, pantalones.
Suenan a guitarras y baterias cuando los sacan de paseo. Grita rock, música y diversión.La piel negra, como la noche, cuando mejor se lleva y se siente.
De una manera u otra el cuero forma parte de su historia, de sus “estrellas”.
La chupa de cuero, chalecos, pantalones.
Suenan a guitarras y baterias cuando los sacan de paseo. Grita rock, música y diversión.La piel negra, como la noche, cuando mejor se lleva y se siente.
Y aunque ahora su uso ya no sea exclusivo de rebeldes como aquellos que la vistieron, el cuero siempre da ese toque de inconformismo, de rabiosa juventud y fuerza a quien lo lleva.
Espiritus libres que quedan ceñidos, limitados por los deseos de este noble material.
Negro o rojo.
Cuero negro, oscuro poder. Dominante. Cuero rojo, irreverente, encendido. Pura pasión.
En otros colores, el cuero resulta aburguesado.
Ahora ya no os sorprenderá y más de una compartirá mi deseo de querer “andar en cueros”. Lo digo sin pudor alguno.